Prometieron que el mejor espectáculo de su tour sería en el Peru y lo cumplieron. Los integrantes de Duran Duran ofrecieron un espectáculo de buena factura en el Monumental donde la rojiblanca también estuvo presente.
The Valley, del nuevo disco Red Carpet Massacre, fue el tema que dio inicio a la velada de la banda, cuyo tiempo de retraso fue de escasos 20 minutos aproximadamente.
Una ciudad gótica negra se alzaba como escenografia lúgubre que tornó en psicodelia cuando las sombras de Simon Le Bon y compañía hicieron su aparición desatando la euforia y gritos de los presentes.
Pese a que el concierto se desarrolló de noche, el vocalista se dirigió al público con un caluroso “¡Buenas tardes, Lima!, ¡Buenas tardes, Perú!”. Los infaltables hits “Come undone”, “Planet earth” y “Hungry like the wolf” no se hicieron esperar y transportaron al repetable a la onda New Romantic de los años ochena. “The reflex” fue sin duda el tema más coreado y bailado del show.
PARA OBAMA CON CARIÑO
La legendaria agrupación británica no disimuló su favoritismo por el demócrata Barack Obama, a quien dedicaron el tema “Sunrise” con un efusivo grito de “¡This one is for Obama!” (Esta va por Obama) de la voz líder . Por su parte, el bajista Jhon Taylor reapareció en la segunda parte de la presentación utilizando un polo con la imagen del primer presidente negro de los EE.UU.
Tras un magistral recorrido por su discografía y trayectoria con una actuación que incluyó saltos y un arrojo impulsivo del parante del micrófono, la banda de Birmingham alzó sus manos y dijo adiós a Lima. Sin embargo, su retorno a escena llegó con “Girl on film”, la cual dio paso a su inmortal “Ordinary world”, canción que puso el sentimiento al concierto con un mar de manos alzadas.
SUDEMOS LA CAMISETA
Cuando todo hacía indicar que era el final y sus incondicionales comenzaban a abandonar el recinto, Duran Duran regaló al público el tema que venía siendo pedido a gritos por sus fans: Rio. La ovación fue absoluta y el conjunto, cuyo líder vistió la camiseta del Perú para el cierre del show, se tomó de las manos para inclinarse ante sus seguidores limeños satisfechos con la promesa cumplida de una noche inolvidable.
The Valley, del nuevo disco Red Carpet Massacre, fue el tema que dio inicio a la velada de la banda, cuyo tiempo de retraso fue de escasos 20 minutos aproximadamente.
Una ciudad gótica negra se alzaba como escenografia lúgubre que tornó en psicodelia cuando las sombras de Simon Le Bon y compañía hicieron su aparición desatando la euforia y gritos de los presentes.
Pese a que el concierto se desarrolló de noche, el vocalista se dirigió al público con un caluroso “¡Buenas tardes, Lima!, ¡Buenas tardes, Perú!”. Los infaltables hits “Come undone”, “Planet earth” y “Hungry like the wolf” no se hicieron esperar y transportaron al repetable a la onda New Romantic de los años ochena. “The reflex” fue sin duda el tema más coreado y bailado del show.
PARA OBAMA CON CARIÑO
La legendaria agrupación británica no disimuló su favoritismo por el demócrata Barack Obama, a quien dedicaron el tema “Sunrise” con un efusivo grito de “¡This one is for Obama!” (Esta va por Obama) de la voz líder . Por su parte, el bajista Jhon Taylor reapareció en la segunda parte de la presentación utilizando un polo con la imagen del primer presidente negro de los EE.UU.
Tras un magistral recorrido por su discografía y trayectoria con una actuación que incluyó saltos y un arrojo impulsivo del parante del micrófono, la banda de Birmingham alzó sus manos y dijo adiós a Lima. Sin embargo, su retorno a escena llegó con “Girl on film”, la cual dio paso a su inmortal “Ordinary world”, canción que puso el sentimiento al concierto con un mar de manos alzadas.
SUDEMOS LA CAMISETA
Cuando todo hacía indicar que era el final y sus incondicionales comenzaban a abandonar el recinto, Duran Duran regaló al público el tema que venía siendo pedido a gritos por sus fans: Rio. La ovación fue absoluta y el conjunto, cuyo líder vistió la camiseta del Perú para el cierre del show, se tomó de las manos para inclinarse ante sus seguidores limeños satisfechos con la promesa cumplida de una noche inolvidable.
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